rezas para que las niñas quieran a esta mujer que se llama como tú
y para que tu marido acabe por quererla,
que vivan en la casa de al lado
y las niñas usen el remolque para jugar a las muñecas,
y apenas recuerden a su madre que dormía de día y las llevaba de viaje en canoa,
rezas para que tengan momentos de felicidad tan intensos que cualquier pena parezca pequeña a su lado,
y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás porque para entonces habrás muerto
y los muertos no sienten nada, ni siquiera nostalgia".
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